Los muros prefabricados de hormigón están formados por dos láminas paralelas de hormigón armado con una celosía interior que las mantiene equidistantes, y que en su conjunto forman las partes exteriores de los muros tradicionales.
El aporte de esta solución a obra añade:
Gran seguridad en la excavación con taludes inestables por su rapidez de ejecución.
Minimiza el riesgo de personal entre talud y trasdós de muro.
Ahorro económico en mano de obra, manipulación, alquiler y limpieza de encofrados metalicos.
Perfecta terminación interior. Acabado liso sin coqueras para dejar visto o pintar directamente.
Las solicitaciones de cálculo (en función de los empujes, drenaje, altura , etc.) determinaran el grosor y armado del muro.